Angie Andrea Flores Enrique, estudiante del 4° ciclo del programa de Turismo y Hotelería de la Facultad de Ciencias Empresariales (FACE), compartió con nosotros su experiencia como voluntaria en el Campeonato Mundial de Atletismo 2024. A través de su participación, Angie no solo fue parte fundamental de la organización del evento, sino que también aprendió lecciones valiosas sobre liderazgo, trabajo en equipo y la importancia del networking en el ámbito profesional.
A continuación, nos cuenta sobre los retos, aprendizajes y las conexiones que hizo durante esta increíble experiencia internacional.
¿Cómo fue el proceso de selección para formar parte del equipo de voluntarios en este evento global?
Pasamos por varias etapas: convocatoria, postulación, selección y asignación de roles. Cabe destacar que varios compañeros no fueron seleccionados, y considero que fue principalmente por dos factores: el dominio del idioma inglés y la disponibilidad de tiempo completo, requisitos prioritarios para los organizadores.
¿Qué tipo de responsabilidades asumieron durante el evento?
Las responsabilidades se asignaban según nuestra especialidad académica. En el caso de las estudiantes de FACE, nos asignaron al área de alojamiento, lo cual se relaciona con la hotelería. Nuestras funciones principales fueron:
- Recepcionar a los atletas que llegaban del aeropuerto al hotel.
- Brindarles información sobre sus horarios de competencia.
- Coordinar el transporte hacia el estadio y gestionar las credenciales para su ingreso.
¿Qué habilidades o conocimientos adquiridos en FACE les ayudaron a desempeñarse mejor?
El inglés fue fundamental; agradezco a nuestra profesora Rosa por su paciencia al enseñarnos. Aunque no hablo de forma fluida, logré comunicarme efectivamente con frases como ‘¿a qué hora llega el bus?’ o ‘¿puedes pedir un taxi, por favor?.
Además, aplicar habilidades de organización y manejo de horarios fue crucial, ya que había una desorganización en el área de transporte. Esto me llevó a liderar y resolver problemas rápidamente, sobre todo con la federación china, que era muy puntual.
¿Cómo contribuyó su participación al éxito del evento?
Mi rol fue crucial para garantizar que los atletas llegaran puntualmente a sus competencias. También me esforcé por compartirles un poco de la cultura peruana. En general, el evento necesitaba la ayuda de todos los voluntarios, y aunque teníamos áreas asignadas, terminamos apoyándonos en todas las tareas, especialmente durante las finales.
¿Recibieron alguna capacitación previa?
Sí, tuvimos dos capacitaciones. La primera fue general y consistió en un recorrido por el estadio VIDENA, donde aprendimos sobre protocolos de empatía hacia los atletas. La segunda fue específica del área de alojamiento, aunque fue breve y se enfocó en el uso de credenciales y uniformes.
¿Cómo equilibraron sus responsabilidades académicas con el voluntariado?
El evento coincidió con las vacaciones académicas, lo que facilitó mi disponibilidad de tiempo completo, un factor clave para ser seleccionada.
¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentaron?
El mayor desafío fue la distancia. Salía de casa a las 4:00 a.m. y regresaba a las 8:00 p.m., con un viaje diario de tres horas. A pesar de ello, valió completamente la pena.
¿Tuvieron la oportunidad de interactuar con atletas internacionales?
¡Claro que sí! Interactué mucho con las federaciones de Bahamas, China, Estonia y Marruecos, que se hospedaban en mi hotel asignado. Fue una experiencia inolvidable, hice amigos de varios países y hasta recibí camisetas y llaveros como recuerdo.
¿Qué impacto tuvo esta experiencia en su desarrollo profesional y personal?
Profesionalmente, me inspiró a seguir aprendiendo y a participar en más eventos internacionales. Personalmente, me motivó a buscar más voluntariados deportivos, que muchas veces no son tan promocionados en el país.
¿Recomendarían esta experiencia a otros estudiantes de FACE?
Definitivamente. Es una oportunidad increíble para hacer networking, socializar y sumergirse en un intercambio cultural que enriquece tanto a nivel profesional como personal».